Por Valentina Godoy y Camila Molina
Fotos de Héctor González
Llevo cuatro años retratando los territorios donde quedó dispersa mi infancia (en el sur de Chile... Melipeuco, Cunco, Padre las Casas y Temuco).
Esta muestra consta de 47 fotos, la mayoría en blanco y negro (solo seis fotos están en color). Se compone por fotografías de paisajes y retratos (de niños y adultos). Están publicadas en el Facebook de Héctor González.
“Lo que uno vivió en la niñez es lo que te define para el resto de tu vida”, esto dice Héctor, quien luego de estar 30 años fuera de Chile vuelve a Cunco, su pueblo natal y a sus al rededores para reencontrarse con su identidad, con las cosas, paisajes y personas que lo llevaron a ser lo que es hoy.
Es por eso que cada imagen de la muestra tiene un pequeño comentario que cuenta la historia y el por qué de la fotografía. Las fotos se remiten a los recuerdos que Héctor tiene de su niñez. Muchas de ellas tienen una carga personal, mientras que otras logran evocar en los espectadores diversos recuerdos.
Hablando técnicamente, esta muestra tiene de todo. El factor común es que, por gusto personal de Héctor están tomadas en blanco y negro. Hay fotos con alta y baja profundidad de campo. Así, en los retratos se logró resaltar las expresiones de las personas y los detalles de los objetos.
En esta muestra, las fotografías más que estar técnicamente bien hechas son totalmente expresivas, ya que lo que se destaca en las imágenes es que tienen una carga histórica. A medida que uno ve las fotos, puede ver cómo se revelan las tradiciones y actividades que todavía existen en el sur de nuestro país y que muchos siguen sin tomar en cuenta. Cosas que al final de cuentas son parte de nuestra identidad como chilenos.
Los elementos que se repiten –y que definen la obra de González – son los mapuches, las mujeres y sus labores (tejido en telar), los hombres y sus carretillas, los herreros, los paisajes solitarios. Cada una de estas fotografías dan que pensar; un caballo frente a una carnicería equina, una huelga de familiares de detenidos desaparecidos, y otras no tan literales que por su simpleza llegan a conmocionarnos.
No es necesario hablar con Héctor para saber lo que quiere transmitir con su fotografía. Los sentimientos que quedan plasmados se pueden ver a simple vista: amor, inocencia, tranquilidad, lo autentico y verdadero. Este ‘fotero’ (como Héctor se define) logra capturar un momento exacto que lleva consigo una historia por contar. Como receptor de estas fotos, uno quiere saber quiénes son, a qué se dedican, por qué fueron retratados, cuál es su historia. Cada foto se sitúa perfectamente en la muestra “Comarca de Ausencias”. Por esto llaman la atención, las fotos logran el objetivo de transmitir emociones.
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